Luisa Marcia estudió en la Universidad Nacional de Ingeniería una carrera que normalmente no es muy solicitada por las mujeres: Ingeniería en Computación. De hecho, fue la única mujer de su generación que logró terminar sus estudios, lo que la ha motivado a seguir especializándose en este campo profesional hasta llegar a convertirse en una destacada desarrolladora web.
“A mi me encantaba estar en una computadora, desde chiquita. En ese tiempo Microsoft tenia Encarta (Enciclopedia Digital); ahí hablaban de todo de animales, paisajes, regiones, cultura y me gustaba mucho eso… y también me gusta armar y desarmar cosas y me decidí por eso para aprender cosas nuevas, innovar y hacer cosas para ayudar a los demás con la tecnología”, nos cuenta.

Actualmente trabaja como Frontend Engineer del área de Innovación de Financiera FAMA donde se encargan de desarrollar los productos nuevos que necesita la empresa. “Soy la líder web de un equipo de seis personas y lo que hacemos es crear los nuevos productos que necesita la organización”, indica Marcia.
Marcia además es la única mujer en el equipo, algo que nos confiesa le ha pasado también en sus anteriores trabajos “siempre me ha pasado lo mismo ser la única mujer”, dice sonriente.
Tiene dos años trabajando en FAMA, donde ha crecido profesionalmente desde que comenzó como Junior en su cargo actual. “Ser la líder del equipo de desarrollo web es algo nuevo para mí, es una experiencia de coordinación, planificación e innovación, pero uno tiene su enfoque en lo que le gusta, le apasiona y en el aprendizaje”, expresa.
“Ser mujer en esa área requiere mayor esfuerzo, me gustan los retos, por eso estoy enfocada en aprender nuevas habilidades de comunicación y coordinación para liderar un equipo conformado mayoritariamente por hombres”, expresa Luisa.
“Merece la pena sacrificarse por lo que amas”
Luisa se describe como una persona apasionada por su trabajo y comprometida con su aprendizaje, su desarrollo personal y profesional. Un compromiso que adquirió desde su anterior trabajo como Full Stack en una empresa que se encargaba de análisis de negocios y desarrollo de aplicaciones web.
Durante esta etapa de su vida dividía su tiempo entre el trabajo y sus capacitaciones por la noche. “Hay sacrificios que merecen la pena por lo que amas. En ese tiempo pensaba soy una esclava paso todo el tiempo en la computadora solo llego a dormir a mi casa (…) pero estaba aprendiendo algo que me serviría mañana y si a mí me gusta y me encanta pues voy a darle”, cuenta.

Motivando a otras mujeres
Luisa también destina parte de su tiempo para compartir con otras jóvenes y mujeres en actividades como el evento ¡Vos Dale! Organizado por la comunidad Women Techmakers Managua.
“Fue una experiencia inolvidable… es grandioso porque ver el apoyo entre mujeres para la mejora continua de nuestras habilidades porque había muchachas que no son tecnólogas sino de otras carreras… y nunca me imaginé que había tantas mujeres”, recuerda.
Luisa también expresa que le gustaría seguir compartiendo en la comunidad como oyente y exponente “porque nos retroalimentamos con estas experiencias; y es una idea grandiosa apoyar el desarrollo tech de las mujeres”.

Es admirable la pasión y el compromiso que Luisa tiene con su carrera y su deseo de liderar y apoyar a grupos de mujeres jóvenes interesadas en la tecnología y las carreras STEM por lo que las motiva a seguir sus pasos y a considerar una carrera en tecnología.
Su mensaje es claro: “la tecnología es una pasión y una oportunidad de aprendizaje y crecimiento constante, y como mujer, es posible tener un impacto global y nacional significativo en este campo”.
En su opinión, “si más mujeres optaran por estudiar carreras tecnológicas, nunca dejarían de aprender y divertirse pues siempre habrá desafíos que enfrentar tendrán la oportunidad de innovar y ver el mundo desde una perspectiva diferente en la era digital en que vivimos”, expresa emocionada Luisa.
“Uno deja de vivir cuando deja de tener metas”
En el futuro a esta joven le encantaría liderar un grupo de mujeres tecnólogas “eso sería fascinante”, afirma; pero también quisiera tener su propio negocio y ganar más experiencia como profesional. “Uno deja de vivir cuando deja de tener metas… y así me veo innovando, compartiendo mis conocimientos y habilidades”, finaliza.