- El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra para recordar que es nuestro hogar y debemos cuidarlo para conservar sus recursos naturales para las futuras generaciones.
Muchas veces nos hemos preguntado cómo afecta la tecnología al medio ambiente y aunque la gran mayoría de personas conozcan el impacto negativo que tiene, es importante destacar que también tienen la capacidad de contribuir a su cuido.
En los últimos años la tecnología ha permitido obtener mayores conocimientos, tanto técnicos como científicos, sobre el medio ambiente y los recursos naturales. Con la información obtenida, se han creado aplicaciones, bienes o servicios que favorecen aún más a la conservación del planeta y, al mismo tiempo, aumentan la calidad de vida de las personas.
Desde Nicawomantech, conversamos con dos expertas que nos comparten esa relación positiva que se establece entre la tecnología y el medio ambiente ya que ambos conceptos serán el futuro de la sociedad.

“Lo que primeramente uno piensa es que la tecnología daña el ambiente y los recursos naturales, pero si lo pensamos la tecnología también nos ayuda ahorrar el papel y a disminuir la contaminación. Actualmente la humanidad está tratando de encontrar este equilibrio en el uso de los recursos naturales y tener tecnologías menos contaminantes y con recurso reutilizable”, explica la Dra. Irina Katchan, Máster e Ingeniera Meteoróloga
La Dra. Katchan agrega que el denominador común en la tecnología para proteger el planeta es disminuir el consumo de recursos naturales, minimizar la contaminación, ser consciente y concientizar al mundo.
Esto se logra poniendo en práctica acciones que ayuden a Reducir, Reutilizar, Reciclar, Reestructurar, Redistribuir y Repensar en todo lo que utiliza a diario. Desde el modo en que nos desplazamos, hasta la electricidad que utilizamos y los alimentos que comemos pueden marcar la diferencia.
Por ejemplo:

Reduzca, reutilice, repare y recicle: Los aparatos electrónicos, la ropa y otros artículos que compramos generan emisiones de carbono en cada eslabón de la cadena de producción, desde la extracción de las materias primas hasta la fabricación y el transporte de los productos al mercado. Para proteger nuestro clima, compra menos cosas, compra de segunda mano, repara lo que puedas y recicla.

Ahorre energía en casa: Gran parte de la electricidad y calefacción funciona con carbón, petróleo y gas. Utilice menos energía reduciendo la calefacción y el aire acondicionado, cambiando a bombillas LED y electrodomésticos de bajo consumo, lavando la ropa con agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora.

Desplácese caminando, en bicicleta: Las carreteras del mundo están saturadas de vehículos, la mayoría de los cuales usan diésel o gasolina. Caminar o ir en bicicleta en lugar de conducir reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, y supone un beneficio para la salud y la forma física. Y comparta el auto siempre que sea posible.

Cambie el tipo de energía de su casa: Si es posible, comprueba si puedes cambiar a fuentes renovables, como la eólica o la solar. O bien instale paneles solares en tu tejado para generar la energía de tu vivienda.
Más información: https://www.un.org/es/actnow
Restaurar el planeta
Cada año, se escoge un tema para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra. En 2023 el lema es: «Invertir en nuestro planeta», y para ello, el lema implica no solo a los gobiernos y a las empresas sino también a todos los ciudadanos para que se esfuercen en conseguir un planeta verde y sostenible que ofrezca una oportunidad a las nuevas generaciones para vivir en un planeta saludable.
Juliana Galeano Pardo, Máster en Sistemas de Información Geográfica, no explica que el desarrollo de aplicaciones como el GPS o equipos de drones han ayudado en los últimos años a la prevención de los daños sobre el planeta.
“Tener información cartográfica en tiempo real que se consigue con el uso de drones LiDAR o GPS en línea nos ayudan a tener un inventario de coberturas y con el uso de sensores remoto podemos visualizar algunas variables en los ecosistemas como estrés hídrico, contaminación, erosión, entre otras”, dice.
La experta agrega que estas tecnologías ayudan no sólo en la prevención, sino también en el momento de actuar ante un desastre natural o antrópico que impacte al medio ambiente, “pues teniendo información en tiempo real te permite estimar daños y áreas más críticas en donde debes actuar rápidamente”.
Históricamente las playas y océanos han sido han sido los grandes perjudicados con la contaminación, es por lo que la tecnología también ha contribuido a salvaguardar y mejorar la vida de los ecosistemas marinos.

“Con el uso de Pets o sistemas de rastreo para cetáceos se han podido identificar rutas marinas importantes para estas especies, no solo locales sino regionales, esto ha permitido identificar y trabajar en algo que se llama “migravías” que son básicamente las áreas de migración de especies como las ballenas, delfines y orcas, entre otras especies, y junto con iniciativas políticas se han ampliado zonas en parques marinos. También se usan drones para medir la erosión de las costas y así evitar la capacidad de carga de estas áreas; otro ejemplo es la zonificación y restauración de los manglares a través del uso de información LiDAR”, explica Juliana.
¿Podríamos en el futuro hablar de tecnología ecológica?
“Este término es amplio, porque en cierta medida ya usamos algunas tecnologías que nos permiten aprovechar mejor los recursos naturales como iluminación a través de paneles solares, inodoros ahorradores, filtros de agua, contenedores de basura con separación orgánico/inorgánico”, responde Juliana.
“Sin embargo considero que toda la tecnología aplicada al estudio del medio ambiente como satélites, drones, software para procesamiento de datos y aparatos tecnológicos que permiten medir variables muy específicas de la salud del suelo y el agua deben ser consideradas como tecnologías para la ecología y otras ciencias naturales, pues el fin es medir, evaluar y sobre esto informar para tomar decisiones y posteriormente actuar”, agregó.
Las Mujeres del Mar de Melanesia están salvando los arrecifes coralinos
Desde el año 2005, la ONU ha puesto en marcha el llamado premio Campeones de la Tierra, a través del cual se reconoce la labor de personas o grupos que trabajan en iniciativas para la restauración de los ecosistemas en todo el mundo.
Uno de estos ecosistemas son los arrecifes de coral que en todo el mundo están bajo el asedio de las inclemencias del cambio climático, la sobrepesca y la contaminación. Tan solo desde 2009, ha desaparecido casi el 14% de los corales del mundo, según un informe de 2020 respaldado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Las Mujeres del Mar de Melanesia esperan revertir ese declive. Las más de 30 integrantes del grupo, originalmente llamado SeaWomen, dan seguimiento y vigilancia a la salud de los frágiles arrecifes de coral que rodean Melanesia, una agrupación de naciones insulares en el Pacífico Sur, y trabajan con las comunidades locales para proteger y restaurar estas ciudades submarinas.
Las mujeres que se suman a SeaWomen reciben una capacitación rigurosa en ciencias marinas, que se complementa con lecciones prácticas en técnicas de levantamiento de arrecifes, incluido el uso de la tecnología GPS.
«Cuando capacitas a una mujer, capacitas a una sociedad», declaró Evangelista Apelis, integrante del equipo y codirectora de este programa, que tiene su sede en Papúa Nueva Guinea. «Estamos tratando de educar a las mujeres, hacer que ellas se unan, para que luego puedan regresar y tener un impacto en sus propias familias y en su sociedad también», explicó.