Ante un mundo cada vez más conectado, no podemos ignorar el impacto de las nuevas tecnologías en nuestro día a día.
Según estudio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo especializado de las Naciones Unidas para las tecnologías de la información y las comunicaciones, revela que los usuarios de internet en el mundo aumentó a 4.900 millones de personas en 2021. Si lo comparamos frente a los 4.100 millones de usuarios que había en 2019 (o sea antes de la pandemia de covid-19) esto significa un de 19,51% más.
La UIT también estima que 63% de la población mundial utilizóninternet en 2021, es decir que mejoró frente al 54% de las personas en el mundo que se conectó en 2019 y a 59% en 2020.


Ahora, si lo vemos por género, el informe revela que un 62% de hombres usó internet, frente a 57% de las mujeres a nivel mundial.
Amor, amistad y tecnología
¿Qué es el amor? dice wikipedia que “El amor es un concepto universal relativo a la afinidad o armonía entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista”.
El concepto del amor es un gran debate, pues cada persona puede definirlo de forma diferente basado en su realidad o puntos de vista desde la psicología, la filosofía o las ciencias sociales. Entonces para no quebrarnos la cabeza podríamos decir que el amor es un sentimiento, una emoción muy personal y que su concepto puede variar culturalmente a través del tiempo.

En pleno Siglo XXI vivimos una revolución tecnológica y esto, quieras o no, influye en la forma cómo se desenvuelven las relaciones amorosas o de amistad.
Algunos ejemplos de cómo las redes sociales han cambiado la forma de relacionarnos:
- Reencuentros con antiguas amistades (antes de las redes sociales era difícil que volvieras a estar en contacto con la mayoría de tus compañeros de la escuela).
- En el cumpleaños realmente se han multiplicado las felicitaciones ¿o no?
- Las distancias se han eliminado (aunque la mayoría de las amistades se conocen de forma offline) y puedes estar en contacto con personas de todo el mundo a un click.
Ninguna tecnología es “buena o mala” pues se trata de una herramienta que, si bien ha cambiado la forma de relacionarnos no es un fin en sí misma. La tecnología es tan positiva o negativa según el uso que cada persona le de.
Tomando lo positivo, puedes sacar provecho de la tecnología con tu pareja o amigos, acá algunas ideas:
Compartir y dar seguimiento a intereses similares y preferencias en línea.
¿Te gustan los viajes? internet es una gran aliada para investigar y planificar viajes o paseos en conjunto.
Comunicación más fluida sin caer en los excesos, el internet y redes sociales te permite una comunicación más constante con tus amigos o pareja.
Evolución digital y posibles conflictos
Según un artículo publicado en la revista Comunicación y Sociedad de la Universidad de Guadalajara, México: “Facebook y WhatsApp son aplicaciones que facilitan la comunicación interpersonal tanto con personas cercanas afectivamente y con grupos de pertenencia, como con desconocidos, o conocidos de nuestros conocidos. También permiten monitorear las actividades de otros: identificar si un mensaje fue visto y a qué hora o si alguien estuvo conectado y hace cuánto tiempo, entre otras posibilidades.”

El artículo se basa en entrevistas realizadas a estudiantes de la ciudad de Guadalajara, México pero podemos decir que sus resultados son interesantes en el tema del uso de la tecnología en la práctica amorosa de los jóvenes, en sus conclusiones indican que “resulta sumamente revelador constatar que las nuevas tecnologías de la comunicación poseen no solo esa dimensión liberadora y prometedora para la socialidad, sino también otra que potencia y profundiza rasgos de las relaciones amorosas que hunden sus raíces en modelos y roles de género que se resisten al cambio aún en la era digital.”
Por ello es tan importante que nuestra niñez y juventud reciban educación en valores e inteligencia emocional con buenas bases, pues la tecnología es parte vital de su vida y deben prepararse para ser ciudadanos digitales que participen de relaciones de amistad o afectivas sanas y constructivas.
